No me preguntéis por qué me gusta tanto la primavera, si tan solo es una estación, un periodo, al fin y al cabo un cambio, pero desde luego uno precioso, de esos que están llenos de color. Planes nuevos junto con los primeros rayos de sol es lo que desemboca en una alegría radiante (y nunca mejor dicho). No sé si estos días de desconexión me han transportado a los orígenes pero estar sin cobertura, que queréis que os diga, que es mano de santo para quien quiere olvidar la gran ciudad y pensar en armonía. Quien sabe si serán los cerezos en flor, si el aire allí es más puro, que sé yo, lo importante es que está lleno de calma y sobretodo de silencio para florecer todas esas nuevas ideas que rondaban por mi cabeza.

Adoro los prints minimalistas y estoy muy segura de que este me ha robado el corazón por mucho tiempo. Formas rectas, textura vaporosa y estampado de mármol hacen que nada más ver esta camisa de choies me plantee un total white con accesorios sencillos a la primera de cambio, lástima que aún no he encontrado los pantalones o culottes en color blanco que estoy buscando para esta temporada (espero que pronto). La segunda opción es negro y más negro, como no, y me encanta, como no. Los botines son mis favoritos y ahora que llega el buen tiempo son perfectos para llevar con shorts y otros tejidos ¿Qué es eso de despedir los botines en primavera?
Nos vemos pronto con más novedades
Camisa/shirt: Choies (la misma aquí/the same here)
Jeans: Bershka
Botas/ Boots: Kaimo
Abrigo/Coat: Zara